A partir del 1 de junio los propietarios de viviendas en venta o alquiler deberán disponer de un certificado de eficiencia energética, que tiene una vigencia de 10 años, según el Real Decreto de Certificación Energética que ha publicado esta semana el BOE (RD 235/2013).
Este certificado energético, que ya existe para edificios de nueva construcción, deberá incluir información sobre las características energéticas de los edificios y viviendas, además de facilitar una serie de recomendaciones para la mejora de la eficiencia energética.
Ante la entrada en vigor de los certificados energéticos, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y Ecologistas en Acción han publicado algunas de las principales medidas de ahorro energético en el hogar:
1. Cambiar las carpinterías de las ventanas por unas más aislantes como las de PVC. Este material es no conductor térmico, por tanto, no deja pasar el frío ni el calor a través de él. Además, supone el doble de aislamiento térmico que cualquier ventana de aluminio. Con ello, se reduciría el consumo de la calefacción o aire acondicionado al mantener la vivienda más aislada.
2. Reemplazar las luminarias por bombillas de bajo consumo o de LED. Las bombillas convencionales sólo convierten en iluminación el 15% de la electricidad que consumen, el resto es calor. Utilizan menos energía eléctrica (entre un 50 y un 80% menos) para producir la misma iluminación y además tienen una vida útil mucho más larga que las incandescentes. El inconveniente de las bombillas de bajo consumo es que son más caras, pero compensa en cuanto al ahorro energético que se realizará en las facturas. Las de LED tienen, en comparación con las de bajo consumo, una vida más larga.
3. Comprar electrodomésticos de bajo consumo de energía. Esto se indica con las etiquetas energéticas A+, A++ o A+++. Tiene el mismo inconveniente del elevado precio de las bombillas LED, pero al igual que las anteriores el consumo eléctrico es menor. No sólo hay que contar con este tipo de electrodomésticos de alta eficiencia energética, hay que saber usarlos bien. Para ello, la lavadora y el lavavajillas hay que cargarlos al máximo. La temperatura también es importante, lavando la ropa a 40ºC en vez de a 60ºC se puede ahorrar hasta un 55% de energía. En la cocina, las placas de inducción consumen menos energía que las vitrocerámicas y el gas. Recurrir a las ollas a presión también permiten gastar menos energía porque se utiliza durante menos tiempo que una olla normal, ahorrando así en la factura energética.
4. Se recomienda instalar termostatos y temporizadores en los hogares para controlar la calefacción y mantenerse en una temperatura adecuada, lo que puede aumentar de forma considerable la eficiencia energética de nuestra vivienda.
5. No dejar cargadores enchufados ni aparatos en stand by. Muchos de nosotros hemos dejado alguna vez el cargador del móvil enchufado después de usarlo o la televisión de nuestra vivienda en modo stand by. Aunque no lo creamos, con estos dos hábitos estamos consumiendo un 10% de la factura eléctrica. Lo mejor es desenchufar los aparatos cuando no se están usando.
6. Buenos hábitos en la utilización de los grifos. En la cocina se deberían reparar inmediatamente las fugas y vigilar los grifos mal cerrados. Con ello, se pueden ahorrar hasta 90 litros al día, según Ecologistas en Acción. Otro hábito en el hogar es lavar los alimentos con el grifo abierto. Utilizando un recipiente se podría ahorrar hasta 10 litros, explica la confederación ecológica. En el baño se suele utilizar el inodoro como papelera, no hacerlo supondría un ahorro de hasta 55 litros por día.
7. Utilizar el cabezal eficiente de la ducha y en los grifos ('perlizadores' o 'aireadores') supone un ahorro del 50% o incluso, superior, según recomiendan los ecologistas. Este cabezal mezcla aire con agua consumiendo aproximadamente la mitad del agua.
8. Instalar detectores de presencia. En las zonas de paso, como pasillos o escaleras, es útil instalar detectores de presencia que activen la luz automáticamente, ya que de esta manera la luz permanecerá menos tiempo encendida, según la OCU.
9. Cambio de calderas por otras de condensación o de baja temperatura. Otra medida es elegir calderas de condensación o de baja temperatura, ahorran más de un 25% de energía. El inconveniente es que son más caras que las convencionales pero se amortizan en cinco años, según la OCU.
10. Instalación de ascensores con medidas de mejora de la eficiencia energética. Para edificios de viviendas que tengan varios ascensores, es buena idea instalar mecanismos de maniobra selectiva o detectores de presencia, para que se active sólo el más cercano al punto de llamada, otra recomendación de la OCU.
El Gobierno ha anunciado que concederá ayudas directas y préstamos reembolsables para medidas como el cambio de la caldera o la sustitución de la energía convencional por biomasa o de origen geotérmico. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha anunciado que el nuevo Plan Estatal de Vivienda 2013-2016 destinará 627 millones de euros a la rehabilitación y eficiencia energética.
Las ayudas públicas directas serán hasta el 20% del valor de la obra en la mejora de la eficiencia energética de las fachadas de los edificios y de las calderas. En el caso de sustituir la energía tradicional por biomasa o por energía geotérmica, realizar obras en fachadas y cambiar ventanas o instalar calderas, obtendrá préstamos reembolsables que pueden llegar hasta el 80 ó 100% del valor.
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