El ahorro energético puede lograrse de múltiples formas, una de ellas es realizando reformas o pequeñas obras en la vivienda. El objetivo es conseguir reducir el gasto energético y que ello se pueda plasmar en las facturas de luz y gas. En este artículo abordamos algunas de las intervenciones que se pueden realizar en el hogar en este sentido.
¿Cómo elegir tarifas que nos ayuden al ahorro?
El ahorro económico referente a la energía está estrechamente relacionado con las tarifas que contratamos. El consumidor debe tener en cuenta que si no se escoge en función de las necesidades energéticas, sino por el precio más bajo, al final puede que acabe pagando de más por su consumo. Por ello, tiene que conocer el mercado energético español. Para empezar, se puede escoger entre el mercado libre o el mercado regulado. En el primero hay más variedad de tarifas y precios, mientras que en el segundo está regulado por el Gobierno de España. Cualquier vivienda o local con un suministro de hasta 10 kW de consumo puede escoger entre el mercado libre o mercado regulado de la luz o de gas, aquellos que superen ese consumo solo podrán formar parte del libre. Respecto a las empresas, las comercializadoras del mercado regulado están autorizadas por el Gobierno de España y no llegan a 10, mientras que en el libre son cientos.
Para continuar en esta búsqueda de la mejor tarifa para nuestro hogar, habrá que valorar qué hábitos de consumo tenemos. Por ejemplo, hay muchos usuarios que consumen en las horas nocturnas, para ellos puede ser muy económico optar por una tarifa de discriminación horaria. Se puede usar un comparador de tarifas de luz para ver qué ofertas hay actualmente en los catálogos de las comercializadoras de luz. No obstante, además de mirar el precio de la luz de Iberdrola, Holaluz o la compañía que sea, es necesario echar un ojo a las condiciones del contrato antes de firmar.
Reformas y pequeñas obras para ahorrar energía
Una vez elegidas las tarifas más adecuadas para nuestro hogar, es el momento de coger el pico y la pala. A continuación te contamos algunas ideas de obras que harán que tu gasto energético se reduzca:
- Cambiar las ventanas y optar por aislantes: es una de las obras más interesantes para realizar, gracias a la sustitución de las ventanas clásicas por otras eficientes y con gran aislamiento térmico la vivienda ahorrará una gran cantidad de energía. No habrá que abusar del uso de sistemas de climatización para mantener la temperatura porque ya no se filtrará la temperatura exterior por las ventanas.
- Invertir en aislamiento térmico en otros lugares de la casa: en la misma línea que el punto anterior, hay otras zonas de la casa donde se producen fugas de temperatura. Por ejemplo, los tejados o los suelos son puntos muy susceptibles. Reforzar estos lugares ayudará al ahorro.
- Cambiar la bañera por una ducha: es la reforma clásica que se realiza en los baños. La diferencia entre el uso del agua (y del calentador) marca un antes y un después en las facturas. Además, se gana espacio y seguridad en el baño. ¿Qué más se puede pedir?
- Orientación de las habitaciones: por último, la reforma más ambiciosa sería cambiar la orientación de las estancias para aprovechar al máximo la luz solar en aquellas que sean de uso continuo. La orientación es clave para ahorrar en iluminación y climatización, si quieres saber más sobre ello puedes leer este artículo.
Con la colaboración de Papernest